Texto de Juan Carlos Carrillo, redactor creativo en Cuadrante
La imagen y reputación es vital en las organizaciones. Son parte del mundo de la comunicación corporativa, y así como basta un escándalo para que se ponga en tela de juicio toda una trayectoria. Lo mismo pasa con una figura pública, sobre todo cuando forma parte de una industria tan grande como lo es Hollywood.
Cuando se habla de estos términos, por lo general van relacionados aunque hay quienes suele confundirlos entre sí. Pero en el oficio de las relaciones públicas hay que recalcar su diferencia.
Por un lado, la imagen es todo lo que se ve o se percibe de una persona u organización; se forma con base en todo lo que se comunica al exterior y en cómo estos mensajes son interpretados por la audiencia. Mientras que la reputación va más allá de la imagen, ya que su efecto es a largo plazo; incluso, agrega valor a la carrera y forma vínculos duraderos con los públicos de distintas generaciones.

Por eso, sea una organización o figura pública, es importante que día tras día se hagan acciones que dejen huella positiva tanto en el plano real como en el plano digital, para dejar una buena impresión y trayectoria en el sector en que se desenvuelve y, principalmente, ante la audiencia, sin embargo, hay que tener en cuenta siempre una eventual crisis.
Los problemas siempre tocan la puerta
¿Es difícil para una figura pública mantenerse alejado de los escándalos? En un mundo en que los paparazzi están a la orden del día siguiendo la vida de artistas, podría ser cuestión de tiempo para que salga a la luz una mala acción, decisión u opinión que ponga el ojo público sobre cierta celebridad.
Y si se le agrega alguna clase de antecedentes penales, adicciones o conflictos con otras personas, eso ya predispone a una figura pública a ser objeto de alguna controversia. Pero seamos sinceros, más allá de contar con un plan de manejo de crisis que pueda aminorar los efectos negativos, nadie está exento de enfrentar un problema en algún momento de su vida o carrera profesional.

Incluso, lo que lo hace más difícil de afrontar y superar es cuando se hace público y se vuelve viral. Cambiar la percepción negativa que la audiencia puede generar al conocer que tal o cual artista forma parte de una polémica costará trabajo, por lo cual siempre es vital evitar a toda costa una crisis. ¿Pero qué pasa cuando una crisis toca la puerta de alguna celebridad?
¿Qué figuras de Hollywood han enfrentado crisis de imagen y reputación?
Analizamos cinco crisis de imagen y reputación en las que han estado envueltas recientemente algunas estrellas de Hollywood:
Amber Heard: La demanda que le interpuso Johnny Depp por difamación la expuso mucho ante la opinión pública. La incongruencia en su lenguaje corporal y comunicación verbal, su vestimenta similar a la de su exesposo y sus polémicas declaraciones, la llevaron a ser objeto de malos titulares en prensa y redes sociales, tanto, que cambió de agencia de relaciones públicas.

Tras perder el juicio, su imagen quedó dañada tras perder el juicio mediático y se dice que podría no recuperar su carrera artística tras su papel de Mera en Aquaman 2.
Johnny Depp: Desde 2018, su reputación se vino abajo tras las acusaciones de “maltratador” que recibió en artículos de diarios como el de The Sun (“Una locura: ¿Cómo es posible que JK Rowling esté “genuinamente feliz” por la participación de Johnny Depp, el golpeador de esposas, en la nueva película de Fantastic Beasts?”.

Asimismo, en el de The Washington Post, en el que su expareja Amber Heard, habría hecho referencia a él durante su relación en el artículo ”Hablé en contra de la violencia sexual y enfrenté la ira de nuestra cultura. Eso tiene que cambiar”. Desde entonces, el actor estadounidense perdió papeles en películas como Piratas del Caribe y Animales Fantásticos.
Will Smith: Aquella cachetada que le dio a Chris Rock en la 94º entrega de los Oscares puso en riesgo su trayectoria, credibilidad y liderazgo como promotor de una mejor calidad de vida.

La crisis fue del tamaño de su popularidad, de hecho el tema fue trending topic a nivel global durante varios días y algunos proyectos que tenía programados con Netflix, Apple TV y Sony fueron suspendidos.
Kevin Spacey: Tras varias acusaciones de acoso sexual en 2017, el histrión estadounidense conocido también por participar en el filme ‘Superman Regresa’, dejó de ser uno de los más respetados del cine, teatro y televisión.

Perdió su papel en la serie ‘House of Cards’ y lejos de que la crisis se calmara con el paso del tiempo, se reavivó, ya que recientemente fue acusado una vez más por agresión sexual contra tres hombres en Reino Unido.
Armie Hammer: Con una esposa y dos hijos, el actor de “El Llanero Solitario”, enfrentó acusaciones de canibalismo y acoso sexual luego que se filtraran varios mensajes suyos enviados a varias mujeres.

Fue despedido por su agencia de talentos, se retiró de los proyectos de cine en los que participaba y se refugió fuera de Estados Unidos para rehabilitarse y evitar la prensa y el ojo público.
¿No hay remedio?
Es difícil recuperarse de una crisis de imagen y reputación como las anteriores, pero en el caso de Johnny Depp y Will Smith, poco a poco van saliendo adelante. El primero tras ganar el juicio mediático a su exesposa, que lo libera de la imagen de hombre violento; y el segundo, tras disculparse públicamente tras lo ocurrido, ir a terapias de control de estrés y emprender un viaje de sanación.
En el caso de Amber Heard, requeriría varias acciones altruistas que la posicionan como un agente de cambio social, además de un equipo de expertos que limpie su imagen pública de tantos malos titulares en medios tradicionales como digital.
Kevin Spacey dependerá del resultado de las acusaciones que tiene en su contra para saber qué acciones en comunicación tomar; mientras que en el de Armie Hammer, una vez que se rehabilite, podría anunciar su recuperación para incorporarse en proyectos cinematográficos menores y contratar un equipo de relaciones públicas que lo ayude a dar conferencias de prensa de cómo enfrentó la crisis y ser un ejemplo para los demás.
Es imposible afirmar que una marca o figura pública nunca tendrá una crisis en su vida. Como se mencionó antes, nadie está exento de enfrentar un problema de cualquier tipo, pero parte de una buena comunicación es anticiparse a eventuales riesgos, ya sea evitándolos o previendo un plan de manejo de crisis que aminore los efectos.
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