Cuando hablamos de comunicación, la fotografía juega un papel esencial. Ya sea al mandar un mensaje en redes sociales, en un informe corporativo o en una campaña de cualquier tipo, una imagen bien tomada puede decir mucho más que mil palabras.

En el ámbito corporativo, las fotos tienen que ser precisas, porque lo que está en juego no es solo capturar una buena imagen, sino también proyectar los valores y la identidad de una marca. Sin embargo, no todo el mundo le da la importancia que merece o piensa que “cualquiera con una cámara” puede hacer un buen trabajo.

Uno de los mitos más comunes sobre la fotografía corporativa es que basta con tener una cámara profesional para conseguir resultados increíbles. ¡Error! El equipo ayuda, pero lo más importante es la experiencia del fotógrafo, su ojo para captar los momentos y su capacidad para entender qué quiere comunicar la empresa.

Uno de los mitos más comunes sobre la fotografía corporativa es que basta con tener una cámara profesional para conseguir resultados increíbles.

Otro mito es que el retoque fotográfico “lo soluciona todo”, cuando en realidad una mala toma no se arregla con filtros o Photoshop. La iluminación, la composición y hasta el estilo de las poses tienen un impacto, cada uno de los detalles que incluye una fotografía son clave para trasladar el mensaje correcto a la opinión pública. En un mundo donde el contenido visual domina, las fotos de alta calidad son esenciales para captar la atención, reforzar la marca y diferenciarse de la competencia.

Consecuencias de no lograr una buena foto para tu marca

Transmitir exactamente lo que se quiere a través de una fotografía puede ser un desafío. En una sesión de fotos corporativa, el objetivo es claro: reflejar profesionalismo, confianza y la esencia de la marca. Sin embargo, esto puede complicarse por varios factores. Por ejemplo, las poses forzadas o incómodas no solo pueden resultar poco naturales, sino que también pueden dar una imagen equivocada de la empresa o la persona que aparece en la foto.

Uno de los mayores retos es captar la esencia de las personas sin caer en poses clichés. Algunas poses prohibidas incluyen los brazos cruzados (que pueden denotar una actitud defensiva o cerrada) o las manos en los bolsillos, que a veces transmiten desinterés. Otro error frecuente es usar fondos demasiado cargados o mal iluminados, lo que distrae de lo importante: el sujeto de la foto. Y por supuesto, las expresiones forzadas o poco naturales, que a menudo se dan cuando la persona no está relajada o no se siente cómoda frente a la cámara.

Una mala fotografía corporativa puede tener consecuencias negativas importantes, ya que no solo afecta la calidad visual, sino también la percepción de la marca, además de transmitir un mensaje erróneo, proyectar falta de profesionalismo o incluso desinterés. Esto puede generar desconfianza en la audiencia, afectar la reputación de la empresa y debilitar su presencia en el mercado. En un entorno donde la primera impresión cuenta, una mala fotografía puede alejar a posibles clientes y restar valor a los esfuerzos de comunicación de la compañía.

Una mala fotografía corporativa puede tener consecuencias negativas importantes

¿Cómo comunicar efectivamente a través de la foto perfecta?

Hoy en día la fotografía y el vídeo son cada día más protagonistas. Cuidar hasta el último detalle es fundamental para comunicar lo que una compañía u organización quiere. La comunicación se hace con imágenes y cada una puede sumar o restar, por ello a continuación te damos algunos consejos para tomar unas fotos excelentes:

  1. Contempla factores técnicos y externos: previo a tomar cualquier foto, verifica que tu lente esté limpio. Ubica tus puntos de interés y busca una composición simple donde destaquen los objetivos principales, procurando que la luz esté detrás del lente (si es luz natural es mejor). Eso sí, evita el flash a menos que sea necesario, por ejemplo, en interiores o con poca luz natural.
  1. Revisa el vestuario de quien aparecerá en la foto: la persona tiene que sentirse cómoda, de lo contrario, reflejará esa inseguridad en su imagen. Puede usar accesorios pero no más de dos, ni usar camisas de rayas para evitar el efecto ‘Moiré’ (una sensación visual extraña similar a unas ondas en movimiento).
Revisa el vestuario de quien aparecerá en la foto
  1. Postura y actitud: para salir bien en una foto, la clave es la postura. Mantén la espalda recta, pero relajada, y evita tensar los músculos. Si no sabes qué hacer con las manos, mantenerlas a la vista, de manera natural, puede ayudar mucho. Además, practicar una expresión facial suave y amigable puede hacer la diferencia.
  1. Evita los brillos de la cara: a veces sucede que al tomar una foto se note el brillo en alguna parte del rostro. Para remediar eso hay dos opciones: ya sea que el sujeto de la foto porte un pañuelo para retirar el exceso de brillo de la piel, o en su defecto, colocar un poco de maquillaje.
  1. Herramientas de edición: para retocar las fotos no hace falta ser un experto en Photoshop. Existen herramientas como Lightroom o Snapseed, que son fáciles de usar y permiten ajustar la luz, el contraste y los colores sin perder calidad. Canva también es una excelente opción si buscas algo más rápido y directo para redes sociales.

Con estas recomendaciones que te brindamos conseguirás las fotos que deseas. ¿Necesitas más apoyo? ¡Conecta con Cuadrante! Contamos con un estudio fotográfico y expertos que te ayudarán a proyectar exactamente lo que deseas en tu estrategia de comunicación.

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