Texto de Juan Carlos Carrillo Buitrón, redactor creativo en Cuadrante
La comunicación está presente en todos los aspectos de nuestra vida, y se hace más evidente cuando está llena de símbolos, sobre todo en el ámbito cultural. En este sentido, México cuenta con una vasta cultura llena de tradiciones, entre ellas el Día de Muertos, una festividad sincrética entre la cultura prehispánica y la religión católica que identifica a la cultura mexicana más allá de las fronteras por su misticismo. Tanto, que desde 2003 la UNESCO la declaró Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
Esta celebración pretende conectar una vez más con las personas que ya no están físicamente, dialogar con su recuerdo, con su vida, a través de las ofrendas. Estas, además de honrar a quienes se marcharon, son un “tipo de escenografía donde participan nuestros muertos que llegan a beber, comer, descansar y convivir con sus deudos”, según la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas.

Si bien la comunicación siempre ha estado presente a lo largo de las civilizaciones humanas, ¿cómo influye en la celebración del Día de Muertos? Hay dos aspectos en los cuales se aprecia mucho su influencia, y esos son a través del lenguaje visual fotografía y cine.
Más que capturar un instante
Dado que la fotografía es un elemento importante en la comunicación visual, el que forme parte de la composición de una ofrenda contribuye a que la comunicación trascienda a la inmortalidad. La foto captura instantes y con ello transmite recuerdos que, en una celebración como el Día de Muertos, apela a las emociones, sobre todo a la nostalgia, y contribuye a que los recuerdos pasen de generación a generación.
De acuerdo con la investigadora Hilaria Maas Collí, en la antigüedad “no se ponían las fotos, era simplemente asentar la ofrenda e invocaban el nombre del difunto”. Según Efekto TV, lo más parecido al retrato de una persona era que en algunos rituales se dibujaban en dos montecitos el rostro del difunto y en otro el de una serpiente, que representaba los retos que el fallecido debía pasar con el fin de descansar. Tuvo que ser hasta la llegada de la fotografía, hacia finales del siglo XIX, que se dio pie al surgimiento de los retratos de las personas y con ello, poco a poco se irían agregando como elemento de las ofrendas.

Pero la fotografía no solo influye en ese sentido, sino también en su esencia más básica, al capturar para siempre un instante a través del encuadre, iluminación y la perspectiva. En un momento en que aproximadamente 136 millones de fotos en el mundo se suben a Facebook según datos de Harris Poll; mientras que a Instagram 49 mil 380 fotos, de acuerdo con datos de Grupo Bit, influencers y celebridades inspiran y contribuyen a la tradición del Día de Muertos por medio de sus fotos, tal y como lo hizo la cantante Fergie de Black Eyed Peas, que publicó hace tiempo en su cuenta de Instagram una foto vestida de Catrina, la imagen más simbólica de esta celebración.
Más allá de las pantallas
La comunicación contribuye a que trascienda el Día de Muertos por medio del cine y el lenguaje visual, no en vano podemos ver cómo algunas películas como Coco o 007: Spectre se inspiraron en esta celebración para su realización y ayudaron a que otros países conocieran sobre la tradición mexicana y que nuevas generaciones se interesaran en esta celebración.

En Coco podemos ver mucho las expresiones visuales de la celebración, desde colores hasta simbolismos de las ofrendas y de la cultura mexicana. Sobre todo la imagen de la Catrina, tan característica de esta fecha.
Asimismo, con la película de 007: Spectre, se dio origen a nuevos rasgos que modifican una tradición tan antigua como lo es el Día de Muertos y proporcionó una nueva forma de vivirla, ya que motivó a que el gobierno mexicano realizara un desfile propio como el que se mostró en la cinta.
Es así como la comunicación trasciende a la inmortalidad. Da origen a nuevos rasgos que influyen en una tradición antigua por medio de distintas formas de expresar una tradición tan mística y arraigada como lo es el Día de Muertos para los mexicanos.