Texto de Juan Carlos Carrillo Buitrón, redactor creativo en Cuadrante
Hablar de México implica hablar de su folclor, toda esa cultura que lo envuelve y lo hace único en el mundo, y la cual es expresada a través de artesanías, leyendas, supersticiones, juegos de mesa, costumbres, tradiciones, refranes, música y gastronomía.
Pero la mexicanidad va más allá de toda esta amplia gama de riquezas culturales con las que cuenta el país. Algunos consideran que tiene un significado más profundo porque es una forma de ser, de ver y de vivir la vida. Quizá un tanto ideológico.
De acuerdo con el escritor mexicano Octavio Paz, en su libro “El Laberinto de la Soledad”, el mexicano es producto de una mezcla de dos culturas opuestas, por lo que no podríamos entender la mexicanidad sin la influencia de la cultura española, su ideología y lenguaje desde hace 500 años.
Tampoco se podría entender sin muchas otras culturas regionales, como la de cada entidad de la República. Es por eso que ser mexicano nos hace únicos, porque no venimos de una o dos culturas, sino que estamos conformados por varias, y cada una de ella ha aportado simbolismos que han dado forma a todas esas riquezas culturales con las que ha contado México a lo largo del tiempo, otorgando una idiosincrasia única en su tipo.
Si bien ser mexicano puede tener múltiples definiciones y quizá no haya una respuesta convencional en el imaginario colectivo, ¿de qué otra manera podemos entender la mexicanidad? Desde la comunicación, principalmente a través del lenguaje visual y verbal.

Dentro del folclor mexicano, los juegos de azar toman un rol sumamente importante para ilustrar la amplia diversidad cultural que cuenta México, lo vemos a través de la Pirinola, la Baraja o Serpientes y Escaleras. Pero sin lugar a duda, el juego considerado como el más representativo del folclor mexicano es el de la Lotería, por la manera en que refleja los conceptos como ningún otro.
A pesar de que el juego solía ser jugado primero por la aristocracia y las clases más altas de México durante la época colonial, con el tiempo llegó hasta los estratos sociales más bajos, principalmente a ferias de pueblo.
Y dada la intención de hacerlo más llamativo, quienes organizaban las rondas de juego inventaron coplas (tipos de poemas destinados a ser cantados y que usaban lenguaje coloquial para referirse a cada una de las tarjetas), tales como “¡Qué brinco pegó tu hermana! ¡La rana!”. De este modo, se fue forjando una tradición oral, que más tarde daría pie al famoso Gritón que pronunciaría cada carta.
Cabe recalcar que las 54 cartas con las que consta este popular juego retratan de una manera muy singular y creativa la inmensa diversidad cultural mexicana con imágenes clave como La Bandera, Las Jaras, El Barril, El Catrín, La Muerte, El Soldado, El Borracho, El Diablo, El Valiente, El Nopal, entre otras.

Es así como a través de la oralidad y la pictografía, la Lotería comunica la vasta y diversa cultura mexicana, por medio de conceptos e ideas arraigadas a la historia del México moderno, al tiempo que se mantiene como un referente de la mexicanidad a través de generaciones.
Si quieres entender más sobre la mexicanidad, #Acércate a la Lotería Cuadrante, que combina conceptos de la comunicación con elementos del folclor nacional.
¿Cuál es tu carta favorita?