Radar Cuadrante

La visita de Sheinbaum a Washington llevó de inmediato la atención mediática al primer encuentro en persona entre los mandatarios de los países miembros del T-MEC. Esto reactivó especulaciones sobre posibles reuniones bilaterales y conferencias conjuntas.

El encuentro, sin embargo, no produjo declaraciones ni anuncios diplomáticos. Se limitó al protocolo del sorteo del Mundial 2026, donde cada mandatario emitió un mensaje breve sobre su papel como país organizador. A Sheinbaum se le observó en un balcón con sus homólogos de Norteamérica, compartiendo risas y conversaciones cortas.

Más tarde, en una entrevista, señaló que mantuvieron una reunión trilateral de dos horas enfocada en la cooperación para la Copa del Mundo. Evitó detallar los temas tratados y no mencionó si se abordaron las diferencias sobre seguridad y economía que ha impulsado el presidente Donald Trump desde el inicio de su administración.

La presidenta, al igual que el primer ministro de Canadá, Mark Carney, parece haber optado por una estrategia de exposición limitada frente a Trump. El mandatario estadounidense ha impuesto en otros encuentros con mandatarios agendas centradas en temas internos, lo que parece haber motivado una aproximación más cauta.

Este ambiente representó un respiro para el gobierno federal tras dos semanas de tensión mediática por temas de seguridad y protestas de diversos sectores. Un día antes del viaje, en un proceso considerado exprés, se ratificó a Ernestina Godoy como fiscal general de la República tras la renuncia inesperada de Alejandro Gertz Manero. Versiones señalan que se le habría ofrecido una embajada para facilitar su dimisión.

Con esta ratificación, el gobierno de CSP consolida el control político de la Fiscalía. La institución había abierto investigaciones contra figuras de la coalición gobernante en episodios catalogados como fuego interno. Godoy además realizó cambios inmediatos para colocar perfiles cercanos al secretario de Seguridad, Omar García Harfuch.

Analistas advierten que esto limita la autonomía de la FGR, aunque esas críticas ya existían desde el nombramiento de Gertz bajo la administración de López Obrador. Lo que queda claro es que la presidenta exhibió un capital político considerable al lograr el alineamiento de actores del Senado, en especial Adán Augusto López, señalado como pieza central en la negociación con Gertz. Esto explica por qué perfiles que parecen restarle en percepción pública continúan como aliados clave.

CSP requiere ese control institucional para avanzar en su estrategia de seguridad, que ha mostrado falta de coordinación entre dependencias. Con el control de los principales órganos de procuración de justicia, ya no podrá atribuir fallas a otros actores.

Al mismo tiempo, el discurso que remite al inicio de la guerra contra el narcotráfico como la raíz del problema pierde fuerza entre comunidades afectadas por la violencia desde hace décadas, como Michoacán. Para esos grupos, la expectativa se centra en soluciones actuales y acciones inmediatas.