Como parte del reposicionamiento que Ritz ha impulsado en los últimos cuatro años, el happening es un factor clave para la marca de gran arraigo y tradición, que dirige sus esfuerzos al mundo digital a través de contenidos personalizados y orientados a nuevos consumidores.
Debido a la alta demanda de servicios de comida rápida durante cada Super Bowl, la espera de un pedido suele ser más larga de lo habitual. Por eso, Ritz aprovechó la coyuntura de la edición LVI del evento deportivo para realizar la activación Ritzzas S.O.S. y calmar el ‘antojo’.
La marca entregó Ritzzas (pequeñas pizzas con la base de la icónica galleta) en la Ciudad de México a quienes se quejaban en redes sociales cuando su pedido tardaba en llegar y en el que Twitter, juega un rol importante como partner estratégico.