Desde el inicio de esta serie en 2018, hemos visto una historia llena de temas como poder, política y familia, desde el punto de vista de Logan Roy (interpretado por Brian Cox), figura importante de los medios de comunicación y de sus cuatro hijos, quienes buscan ser el heredero ideal del imperio mediático que su padre ha construido durante muchos años.
Inspirada en la familia de Rupert Murdoch, magnate de la comunicación en la vida real, esta serie ha cosechado una larga lista de premios, entre los que destacan el Globo de Oro a la Mejor serie de drama y dos Premios Emmy a la mejor serie dramática (2020 y 2022), entre muchos otros, convirtiéndose así en una de las series más populares de HBO, quizá a la altura de Game of Thrones. Dado el gran recibimiento que ha tenido en la audiencia desde su lanzamiento y ya que toca temas relacionados con la comunicación corporativa y personal, vale la pena hacer un análisis del impacto que ha tenido, sobre todo en el marco de su última temporada.
Secretos y traiciones que cautivan a la audiencia
Succession es una sátira sobre el poder político de quienes controlan el acceso a la información y sobre los vicios de la élite, sin embargo, también plantea la realidad de múltiples casos de liderazgo y sucesión familiar que no siempre cuentan con planes o estrategias bien definididas en las empresas.
A lo largo de cuatro temporadas nos presentan muchas juntas de accionistas, ruedas de prensa traicioneras, alianzas políticas, acuerdos de última hora, compraventas multimillonarias, así como campañas maliciosas en la prensa para desprestigiar al enemigo (incluso entre los propios hermanos Kendall, Shiv y Roman), quienes han luchado juntos y por separado por convertirse en el sucesor elegido para dirigir Waystar Royco cuando se retire el gran patriarca.
Si bien parte de su éxito ante la audiencia se ha debido a la intriga que gira alrededor de quién será el heredero de Waystar Roco (conglogemerado de empresas de medios, entretenimiento, entre otras áreas), también lo han sido las diferentes alianzas, estrategias, variados argumentos que defienden posturas ideológicas, pero sobre todo, el drama familiar.
La relación entre los Roy siempre es muy tensa, la comunicación es bastante fría, complicada y perversa por parte de Logan, y constantemente podemos ver cómo cada uno de sus hijos aspira a recibir un gesto de aprobación por parte de su padre. Las relaciones de los hermanos con sus parejas, con sus padres y entre ellos mismos siempre han funcionado como transacciones, porque el dinero es el único lenguaje que conocen. Podemos decir que la crisis familiar en la que siempre están los personajes inmersos en un contexto empresarial y de poder es el mayor atractivo que tiene la serie, no sin dejar de lado lo que envuelve al mundo del poder: la reputación, los escándalos y las consecuencias de ellos.
Más allá del poder y la intriga: la comunicación como clave de la historia
Haciendo a un lado el drama familiar, y como mencionamos anteriormente, Succession nos habla de temas relacionados con la comunicación, y algunas lecciones que podemos concluir con más detalle son las siguientes (cuidado con algunos spoilers):
Alianzas: así como abundan las traiciones entre los hermanos y demás personajes, también las alianzas, sobre todo las de carácter politico y de negocios, en donde siempre relucen sus propios intereses especificos y la idea de cómo pueden subir en la escalera del poder. Un ejemplo de esto es cuando los Roy se unieron porque querían hacer un trato con la familia Pierce para conseguir Pierce Global Media en la segunda temporada y hacer crecer su imperio mediático.
Liderazgo: los discursos, persuasión y el peculiar carisma de Logan Roy le permitieron liderar a la familia y a la compañía Waystar Roco durante varios años mediante relaciones efectivas con el objetivo de mantener la reputación tanto de la dinastía como de la organización. Sin embargo, el liderazgo de Logan está basado en el miedo, y el resultado es un equipo de potenciales sucesores no preparados, unos hijos que han crecido obsesionados por sus propios intereses sobre cómo llegar a ser los sucesores, que no saben comunicarse y que irradian desconfianza. Citando a Darwin, el factor clave para sobrevivir es la adaptabilidad sabiendo escuchar a los demás, algo que no ocurre en la familia Roy.
Manejo de crisis: la historia nos muestra cómo afrontan escándalos mediáticos de forma estratégica para reducir el daño a la imagen pública de la dinastía, como cuando Logan Roy lidió con las pérdidas económicas de su hijo Connor a cambio de que abandonara su campaña presidencial. Pero también malos manejos de crisis, como cuando después de que la revista New York Magazine destapara el escándalo de los cruceros Brightstar, Kendall se dejó llevar por la sed de venganza y se alió con su primo Greg para emboscar a su padre y manchar su imagen y de paso la de la familia.
Como conclusión podemos decir que Succession es una historia que permite hacer varias reflexiones sobre comunicación, siendo el manejo de crisis la más importante, puesto que cualquier empresa, ya sea grande o chica, de larga trayectoria o corta, nunca está exenta de enfrentar un problema o, como vimos en la serie, la lamentable falta de alguno de sus líderes.
Por eso es vital contar con un adecuado plan de manejo de crisis para saber cómo actuar antes, durante y después, así que si requieres alguna asesoría en este tema, #Conecta con Cuadrante, contamos con expertos en comunicación estratégica y relaciones públicas que con mucho gusto te apoyarán.